En el post de hoy os vengo a hablar de un ser divino que es mitad hombre y mitad cabra, por lo que su aspecto no era algo normal dentro de los dioses olímpicos. Pero esto no le quita interés a la figura de Pan, así que, acompañarme en el relato de su vida mitológica.
Fue un dios repudiado del Olimpo por su imagen y es que se le describe como un ser que posee las piernas de un macho de cabra, dos cuernos en su rostro, la cara demasiado arrugada y cubierto por una espesa mata de pelo, parecido a lo que luego describirían en otras religiones como el diablo cristiano. Por último, hemos de saber que siempre le acompañaba su mítica flauta de pan, de la que hablaremos más adelante.
Su origen es algo difuso, ya que hay varias versiones de este. La más famosa es que es hijo de Hermes, salido de una relación ilícita con una hija de Driope, aunque también se le relaciona con varias ninfas.
Otra de las versiones, y a mi entender un poco más jugosa, es que era hijo de Hermes y Penélope. Sí, esta Penélope es la famosa mujer del héroe Odiseo y se cuenta que mientras el héroe estaba intentando regresar a casa, Penélope tuvo muchos amantes. De esos encuentros, quedo embaraza y le puso Pan simbolizando que era el hijo de todos, vamos, que no sabía quien era el padre. Al llegar Odiseo, repudió a la criatura y decidió regalársela a los dioses.
Sus poderes, y como costumbre en el mundo griego, son varios, muy parecidos en ocasiones a los de otros dioses. El principal es que era el dios, o semidios, de los pastores y de los rebaños, pero tenía otros como las brisas del amanecer y del atardecer.
El que más nos puede recordar a otro dios es el de la fertilidad y la sexualidad masculina desenfrenada, ¿esto no os suena a nuestro dios del vino? Sí, Pan a veces era confundido con el dios Dionisio pero, según algunas versionas, este parecido se justifica porque Pan pertenecía al cortejo de Dionisio.
Para finalizar explicando sus poderes, tenemos que recordar que representaba a toda la naturaleza salvaje. Por ello se le atribuye la palabra pánico, ya que en su poder se integra la generación del miedo enloquecedor y que en su origen la palabra significaba el miedo que las manadas y rebaños sufren cuando hay truenos y rayos. ¿Nunca habéis observado a un perro cuando truena? La mía se pone a ladrar al rayo asustada.
Por suerte, de este dios si que tenemos algún relato sobre su infancia, aunque no sea muy extenso. Lo de vivir en la naturaleza solo como un animal tiene su explicación. Según uno de los mitos, la hija de Driope, o en otros textos la Driope misma, al ver el monstruo que había tenido pego tal alarido que el niño se asusto y se escapó al bosque más cercano, el otro mito solo nos cuenta que se escapo, sin motivo alguno, pero siendo hijo de Hermes no es de sorprender ya que su padre siendo bebe se escapo y le robo el ganado a Apolo.
Pero no podían dejar a la criatura sola por el bosque asustando a los humanos, por lo que Hermes fue a buscarlo y, cuando lo encontró, lo envolvió en una piel de liebre y lo llevo al Olimpo. De ahí nace un nuevo origen de su nombre que significa la diversión de todos. En el Olimpo, lo apreciaron por su música pero las risas burlonas lo acompañaron desde el principio.
En el momento en el que creció, se marchó a la periferia y convirtió a los bosques, cuevas y fuentes de Arcadia en su hogar. Estaba tan alejado del mundo de los Olímpicos que ni siquiera participó en las guerras, ni humanas ni divinas, y solo merecía su protección pastores y cazadores.
En Arcadia, el dios vivió tranquilo y feliz, cuidando de sus rebaños, animales y colmenas hasta la llegada del mediodía y luego se echaba a dormir bajo la sombra de un árbol o cerca del frescor de una fuente. El problema era de aquel que se atreviese a despertarle, ya que se despertaría su furia a tal grado que se le consideraba demonio del mediodía cuando estaba en este trance.
Después, al despertarse, se escondía entre la vegetación para espiar a las ninfas o para perseguirlas y siempre estaba invitado a las fiestas que estas organizaban. Nuestro dios, sin importar su aspecto físico, tenía una vida amorosa muy activa y mantuvo relaciones con muchas ninfas, tema del que hablaremos luego con más profundidad.
Era considerado como una figura audaz, que solía cazar, que tenía poderes curativos y que también adoraba la música, y, además, era muy protector y territorial. También trascendió gracias a las diferentes hazañas.
La más destacable fue en la batalla de Maratón, en la cual un mensajero iba a Esparta en búsqueda de ayuda y se encontró a Pan. El dios le prometió que ganarían contra los persas al verlo tan contrariado. ¿Y cómo lo consiguió? Pan se coló en las filas enemigas y sembró un pánico masivo. Gracias a esto, obtuvo una gruta al norte de la Acrópolis de Atenas y fue decretada una fecha anual durante la cual se realizarían carreras con antorchas en su honor.
Como hemos mencionado antes, la vida amorosa del dios fue muy fructífera. Entre sus víctimas están Eco, que es la futura enamorada de Narciso y de donde procede la palabra eco, Eufema, que era la nodriza de las musas, y Selena, la diosa luna, a la que engaño al disfrazarse con una piel de cabra e invitándola después a que montase en su grupa. También se jactaba de haber conseguido estar con todas las Ménades, que eran las asistentes ebrias de Dionisio.
Pero no todo fue bonito en sus amores, tuvo dos grandes desamores, Pitis y Siringa. La ninfa Pitis, huyendo del dios, se transformó en pino. De este árbol, Pan tomo una rama y confecciono una corona. Pero la más destacada fue la de Siringa.
Siringa era una ninfa que acompañaba a Artemisa cuando esta iba a cazar, por lo cual había hecho voto de castidad. Iba vestida, también, como la diosa aunque la ninfa lleva un arco de madera y la diosa de oro.
Después de un día de caza, Pan se cruzó con Siringe y se enamoró a primera vista, por lo que quiso tocarla, pero ella se asustó y retrocedió para huir de una forma rápida y temerosa a la vez que Pan le seguía.
Al igual que en el mito de Apolo y Dafne, Siringe empezó a rogar a todos los dioses para que le ayudaran a escapar del dios.
Justo en el momento que Siringe iba a ser atrapada y en frente del río Ladón, lo único que consiguió alcanzar fue un manojo de verdes juncos, sintiéndose Pan como Apolo cuando le sucedió con Dafne, triste y desolado.
Luego de un tiempo, Pan oyó la leve música que brotaba de los juncos cuando la brisa se filtraba en su interior. Por ello, corto varios de estos a diferentes alturas y los ató, formando la primera flauta de la historia.
Pan también tuvo descendencia, 12 hijos que eran conocidos por ser una raza de sátiros menores que también hicieron fila en el séquito de Dioniso y algunos más con otras ninfas como Croto, Acis, Creneo, ...
Por último, me toca narraros la muerte de Pan, un hecho muy interesante ya que es, supuestamente, el único Dios que ha muerto. La prueba de este hecho es que una voz misteriosa surgida del mar anunció al marinero Tamo mientras viajaba hacia Italia : "Tamo, ¿estás ahí? Cuando llegues a Palodes encárgate de anunciar que ha muerto el gran dios Pan".
Plutarco recoge la noticia en Por qué callan los oráculos pero su veracidad no está clara y algunos acusan a Tamo por un error de traducción y Pausanias, quien viajó por Grecia cien años después, aseguró haber hallado todavía multitud de templos y cuevas.
Pues ya hemos llegado al final, así que espero que os haya gustado y nos vemos muy pronto con el post de Julio, intentaré que esté la semana que viene, antes del domingo. Gracias por estar aquí y nos vemos en la próxima.
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