Reflexión personal vol. III
Queridos lectores, hoy os vengo a hablar de algo que he visto en Twitter. Pero antes, un pequeño contexto. Este verano creo que fue, no me acuerdo de la fecha exacta, se estreno una película que estuvo sonando por todas partes, la película de Barbie. Una película feminista, empoderada, que pone a la mujer en el lugar que merece,...
La premisa está bien, al final Barbie, la cual es una muñeca en su mayoría para el target femenino, podemos decir que es una muñeca empoderada. Es todo lo que te imagines, doctora, amiga, astronauta, miss mundo, enfermera, abogada,...
El problema es que la película, en mi humilde opinión, no transmite nada y aquí os voy a hacer un pequeño spoiler de la misma. Resulta que Ken y Barbie viajan al mundo real, Ken, el cual se siente ninguneado por Barbie y tiene un problema de apego a ella y de crisis existencial porque está en un segundo plano, ve que en el mundo real el hombre es una figura de poder y, cuando regresa al mundo de Barbie, lo convierte en un patriarcado.
Barbie lucha contra él y el mundo vuelve a un matriarcado donde son las mujeres las que mandan y los Kens ocupan puestos de segundo plano.
Pues resulta que hace poco se ve que han publicado las nominaciones a los Óscars, que son los premios al cine de Hollywood, y no han nominado ni a la actriz que hacía de Barbie ni a la directora de la película, diciendo que el mundo real ha hecho lo que se crítica en la película porque si han nominado al actor que hace de Ken.
La película es mala, para que engañarnos, y no se puede curar el patriarcado poniendo un matriarcado, si la película teminara diciendo, debemos de ser iguales y compartir los puestos de poder, tendria un mensaje bueno, pero el mensaje que termina enseñando es que la mujer tiene que estar por encima.
Y luego, también hay comentarios de fanáticas, porque no se les puede llamar de otra forma, diciendo que deberían de quitar la sección de mejor actor, lo que conlleva que solo se premia a la mejor actriz, ¿en serio?
Y con esto, es que quiero hacer una reflexión. Está bien que las mujeres, o las personas en general sin importar su sexo, luchemos por tener los mismos derechos, que debemos tenerlos, y hagamos de este mundo uno mejor, pero para ello no es necesario hacer lo que nos hicieron a las mujeres en el paso, relegándonos a un segundo plano.
Si te roban, no debes robar psra ser superior al ladrón que lo ha hecho, si no condenarlo y evitar que haya más robos. Pues esto es igual, yo no tengo que ser superior por tener vagina, tengo que ser, legalmente, igual que aquel que tiene pene. ¿En qué estamos transformando la sociedad actual? ¿En una lucha por ver qué sexo es mejor?
Busquemos un límite medio en el que el hombre no quede renegado y la mujer tampoco, no en el que nos pongamos encima. Y me da igual los movimientos que hayan, tanto feministas como conservadores. Lo que quiero es si el día de mañana tengo un hijo es que sea igual, legalmente repito, que mi hija y viceversa.
Porque también hay que aceptar ya una cosa, no somos iguales, los hombres no son iguales a las mujeres, las mujeres no son iguales entre si, ni los hombres tampoco. Somos seres humanos y cada uno es distinto, y tiene distintas inquietudes y habilidades, pero eso es lo interesante porque gracias a que somos distintos nos complementamos y el que es bueno cocinando, puede ayudar al que no y a su vez, este le puede ayudar a dibujar, o enseñarle música.
Así que, dejémonos ya de tonterías y de consignas ideologías o políticas que no nos llevan a nada, solo a estar mal entre nosotros.
Que la vida son dos días, vamos a vivirla lo mejor que podamos conviviendo con los demás y, como diría Jesús, amando al prójimo como a nosotros mismos. Y da igual que seas ateo o creyente, deberíamos tener esa consigna todos y hacer de una vez por todas un mundo mejor, que ya bastante miseria hay en la vida para tener que añadir más por consignas ideologicas que no nos aportan nada al conjunto.
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