Selene
No hay nada más misterioso que la Luna, sobre todo cuando está llena. Quizás soy yo la única que la ve enigmática, por eso hoy vamos a hablar de Selene.
Selene era la contraparte de Helios, siendo ella la luna y él, el Sol. Aunque también había otra hermana, Eos, que era la encargada del amanecer. Estos tres dioses fueron engendrados por Hiperión y Tea, teniendo relación porque Hiperión era considerado el dios de la observación y de las primeras luces del día y su hermana Tea era la encargada de darle brillo a los metales preciosos y regia la vista. Sin embargo, hay otra versión que dice que Selene fue otra de las diosas primigenias junto con Gea y Urano.
Físicamente, se la describe como una mujer bella, con una tez pálida y tersa, que llevaba una corona, simulando una luna esférica, en su cabeza. Llevaba una antorcha en la mano y vestía con túnica blancas, aparte de que iba sobre un toro o un carro tirado por bueyes o caballos alados atravesando el cielo por las noches.
Su nombre también tiene significado, ya que significa luz o resplandor, cualidades que se le otorgaban a la luna.
Dentro de su mito, también tenemos dioses relacionados como Artemisa o Diana. Y es que resulta que los griegos también le dieron el poder de la Luna a Artemis y que Diana es la unión de Artemis y Selene en el culto romano.
Como no puede ser de otra forma, el amor también está presente dentro del mundo de la diosa lunar, teniendo varios amantes. El más importante fue el pastor mortal Endimión, uno de los hombres más bellos que había en la Tierra, aparte de ser nieto del famoso Zeus.
El primer encuentro se produjo porque una noche el pastor estaba tan cansado que se quedó durmiendo en una gruta y Selene lo sintió y fue a verlo, quedando enamorada del pastor. La diosa quería estar eternamente con él, pero había un problema. El problema era que Selene era inmortal pero Endimión no, por lo cual él tenía sus días contados.
Por más que Selene pedía que se hiciera al joven pastor inmortal, los dioses no querían porque era subirlo a categoría de Dios, hecho que no interesaba para nada al mundo divino. Pero Zeus tuvo que idear algo porque Selene estaba cada vez más afligida.
La solución que se les ocurrió fue que dejarían a Endimión eternamente durmiendo, despertando solo por la noche para estar así con Selene. Fruto de estos encuentros, nacieron 50 hijos, los cuales correspondían a las 50 fases lunares que hay en el año. Uno de los hijos que se les atribuye a estos dos amantes es el joven Narciso, aquel que era tan narcisista que se murió observando su reflejo.
Aunque este no es el único amor, como era de esperar. Para no variar, Zeus tuvo una aventura con ella, teniendo en común 3 hijas : Paideía, diosa de la luna llena y de la crianza de los niños; Ersa, diosa del rocío matutino; y Nemea, ninfa del manantial de Nemea. En unión con su hermano Helios, tuvo a las cuatro Horai o las cuatro estaciones. Y, por último, tuvo un hijo mortal, pero no sabemos con quien. Este mortal es Museo, un legendario poeta relacionado con Orfeo.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio