sábado, 19 de septiembre de 2020

Hefesto

Si le tuviera que poner un sobrenombre, está claro que le pondría el de las manos divinas y no seáis mal pensados, es porque es el dios de la fragua, el que se encargaba de crear cada cosa que los dioses necesitaban. 





Lo primero de todo, tenemos que definir a Hefesto. Según algunos mitos, Hera estaba celosa de que Zeus hubiera tenido a Atenea solo y decidió vengarse teniendo sola a Hefesto, pero no cuadra dado que Hefesto es mayor y que ayudó a Zeus a abrirle la cabeza para que Atenea naciera.  La versión más fiable de su nacimiento, o la que más lógica tiene, es que era hijo de Hera y Zeus. 

Este dios nació prematuro y, a diferencia de los demás seres divinos, tuvo como característica principal su fealdad. Para rematar, y según la versión que más me convence, a Hera le resultaba vergonzoso el hecho de haber engendrado a un hijo feo y lo lanzó del Olimpo. 

A causa de ello, el dios contrajo una cojera y cayó al océano, teniéndole que salvar la nereida Tetis y la oceánide Eurínome. Estas divinidades lo llevaron a la costa de Lemnos, donde fue criado por Tetis y Eurínome, y empezó a interesarse y a trabajar en la metalurgía y artesanía. 

Entre sus grandes obras están:
  1. El escudo y el cetro de Zeus.
  2. Las flechas y arcos de Eros, Apolo y Artemisa.
  3. Las copas de oro a Dionisio.
  4. El carro de oro de Helios.
  5. Una coraza para Heracles.
  6. Las armas de Aquiles.
  7. El casco alado y sandalias de Hermes.
  8. La faja de Afrodita
  9. El hombro de Pélope.
  10. Los tronos en el palacio del Olimpo.

También construyó autómatas de metal para que trabajaran para él y, en mi opinión, el mejor invento de Hefesto que es la creación de Pandora.

Gracias a todo esto, los olímpicos querían que Hefesto volviera al Olimpo. Así, el dios consiguió vengarse, ya que a su regreso le regaló a su madre en un trono del que no se podría liberar. Los olímpicos le rogaron una y otra vez que liberaran a Hera, pero él se negaba. 

Para poder liberar a Hera, Dionisio le emborrachó y lo logró convencer para que Hera dejase de estar atrapada. Como regalo, Zeus le ofreció a Afrodita en matrimonio. 

 El problema de este matrimonio es que Afrodita no sentía nada por el dios de la forja por muchas cosas bellas que este le regala. Fue así como empezó la aventura de la diosa del amor con el dios de la guerra, Ares, el cual es el hermano de Hefesto. 

Pero las infidelidades en el Olimpo se descubren fácilmente y esta no fue la excepción. Helios, el dios que todo lo ve, vio a los amantes juntos y fue a contárselo a Hefesto. Enfadado por el engaño, preparó una red irrompible e invisible en la cama de su esposa. 

Ni Ares ni Afrodita se dieron cuenta de esta red y mantuvieron un encuentro sexual. Estando desnudos, la red los atrapó y llamó a todos los dioses para que los vieran y se sintieran humillados. 

Al final, Poseidón habló con el dios y los liberó con la condición de que los dos dejasen su aventura, promesa que no se cumplió.

Otro de sus amoríos fue con la diosa Atenea. Hay que tener en cuenta que los dos dioses estaban en el mismo nivel, ya que se creía que los dos enseñaron a los hombres las artes y les dieron habilidades. Por eso, se creía que Atenea era el "alma gemela" de Hefesto, pero su historia es algo dudosa, sabiendo solo que Hefesto buscaba el amor de la diosa. 

Una de las versiones nos cuenta que Hefesto intentó violar una vez a Atenea, pero ella lo empujó y el esperma del dios le cayó en el muslo. Ella se limpió y arrojó el trapo con el que se limpió al suelo, impregnando a Gea y de la cual salió Erictonio, hijo adoptivo de Atenea.

Otra de las versiones nos narra que el dios le pidió al señor del rayo la mano de Atenea con el argumento de que fue él quién le ayudó a que saliera de la cabeza de Zeus. El dios de los dioses aceptó y Atenea y Hefesto se casaron. En la noche de bodas, a punto de consumar el matrimonio, Atenea huyó y el esperma de Hefesto cayó al suelo, germinando a Gea y provocando que naciera así Erictonio. 


Aparte de Erictonio, Hefesto tuvo más descendencia. Cuatro de sus hijas divinas son fruto de su relación con la más pequeña de las Cárites o Gracias, Aglaya. Estas hijas eran:
  1. Eukleia, la diosa de la buena reputación y la gloria.
  2. Eupheme, la diosa del correcto discurso.
  3. Euthenia, la diosa de la prosperidad y la plenitud.
  4. Philophrosyne, la diosa de la amabilidad y la bienvenida.
En la isla de Lemnos, fue padre de dos dioses metalúrgicos llamados Cabiros junto con la ninfa Cabiro, en Sicilia, tuvo a los llamados Palicos con la ninfa Etna. Tanto sus hijos los Cabiros, Alcón y Eurimedonte, y los Palicos junto con algunos cíclopes y Cedalión eran ayudantes del dios. 

Por último, en cuanto a su descendencia con Afrodita, se supone que no existió, pero Hefesto quería y cuidaba como propios a los hijos de su mujer junto a su hermano. Un ejemplo de ello es que en la boda de Psique y Eros, él fue el que quiso hacerles el mejor banquete.

Uno de los mitos en los que participa es en el cual Prometeo le robo el fuego para darselo al hombre. Al sentirse insultado, ayudó a su padre Zeus con el castigo de Prometeo creando la cadena con la que el titán fue encadenado en la cima del monte Cáucaso. 

Y ya para terminar finalmente, les quiero hablar del papel que jugó el dios en la guerra más importante de la mitología, la Guerra de Troya. 

Hefesto desde el principio estuvo en el lado de los griegos. Se supone que fue porque el hijo de su madre adoptiva, Aquiles, estaba en el bando griego. Por ello, cuando la armadura de Aquiles cayó en la muerte de Patroclo, la diosa Tetis le pidió a Hefesto que le hiciera una nueva, mejor que la anterior, No dudo y pusó su empeño para hacerla y ayudar a la diosa, ayudando también a Aquiles, ya que con esa armadura fue cuando venció a Hector. 

También los ayudó luchando con el río protector de Troya, el Escamandro. Como Hefesto tenía el poder del calor y del fuego, por lo cual hizó evaporar el agua del río y las armas de sus adversarios, ganando otra batalla los griegos.

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