miércoles, 4 de septiembre de 2019

Helios

Helios es hijo de dos titanes, Hiperion y Tea, y, al no ser olímpico, no hay muchos mitos sobre él. Se sabe que sus hermanas eran Selene, la diosa de la luna, y Eos, la aurora.



Para los griegos este dios era un joven muy bello, coronado con la brillante aureola del sol y que todos los días recorría los cielos con su carro tirado por cuatro corceles que arrojan fuego de sus fauces llamados Flegonte ("ardiente"), Aeton ("resplandeciente"), Pirois ("ígneo") y Eoo ("amanecer"). Su recorrido marcaba el inicio y el final del día.

La leyenda más popular acerca de este dios nos cuenta que sedujo a Clímene, una oceánide (hija de Océano y Tetis) que era esposa de Merope, rey de Etiopía.  De su unión nació Faetón, el imprudente muchacho que intentó conducir el carro de su padre por el cielo, pero no pudo controlarlo y se precipitó sobre la Tierra, incendiándola. Otra versión cuenta que en el carro Faetón corre tan por encima de su curso habitual que la Tierra tiembla, y se acercan tanto que los campos se queman, lo cual enfada a Zeus y acaba matando a Faetón con un rayo. Este mito está relacionado con el calendario, atribuible a los hititas y luego a los mesopotámicos, marcando la renovación del año en el solsticio de invierno.

Hay otra leyenda también muy famosa, se trató de la hermosa esposa de Hefesto, mejor conocida como Afrodita, Quien mantenía relaciones amorosas en total secreto con Ares. Helios, el señor que todo lo ve con sus luminosas llamas los espió y decidió decirle la trágica noticia al engañado Hefesto.

El castigo de los amantes fue quedar atrapados en una de sus poderosas redes, las cuales eran tan finas que casi eran invisibles.

En la Odisea también tiene un papel. El recordado Odiseo y toda su tripulación sobreviviente llegan en una isla llamada Trinacia, ésta fue consagrada al dios sol. En esta isla se almacenaba el “consagrado ganado del sol”, Odiseo les indicó a sus hombres no cazar a ningún animal pues ellos eran santificados para el dios.

El hermoso y bien cuidado ganado no se reproducía ni sucumbía, pues sus pastoras eran hermosas deidades llamadas Faetusa y Lampetia. Estas fueron concebidas de Helios por Neera, luego de haberlas visto nacer ésta las crió  en la islilla “Trinacia”. La tarea de estas pequeñas deidades fue proteger el ganado de su padre.

Haciendo caso omiso, los hambrientos hombres comieron las carnes de estos animales ignorando por completo la advertencia de Odiseo. Las hijas pastoras de Helios decidieron actuar y le contaron toda la verdad a su padre. El dios del sol suplicó a Zeus para que éste los castigara. Zeus destruyó por completo al barco y a los hombres dejando vivo sólo a Odiseo.

Por último, y en su momento, cuando el fuerte Heracles viajaba rumbo a Eritea para recolectar la manada de Gerión, éste rebasó el desierto libio. Enfurecido por el fuerte calor, Heracles lanzó una flecha directa al sol. Helios no buscaba conflicto alguno, en cambio le pidió que parase fue en ese instante cuando Heracles le exigió la copa dorada que el gran dios usaba cada noche para cruzar el inmenso mar de oeste a este.

Fue así como Heracles llegó a Eritea usando la copa de oro del sol.

Es un poco más corto de lo normal, pero espero que les guste. Nos vemos en la próxima !! 

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