Nuestras miradas
Y hacer que nuestras miradas no digan nada,
que no se crucen ni se hablen,
que no duela nada.
Que lo que ayer nos dolía sea solo una fantasía,
estar envueltos en papel de burbuja.
Lo que ayer existió hoy ya no está,
y por desgracia,
el tiempo no se puede echar atrás.
Aprender de nuestros errores pero pudiendo olvidar,
que difícil es esta realidad.
Estos momentos donde te consume la tristeza,
te ahoga, te aprieta.
No tienes fuerzas ni para gritar,
solo te apetece llorar.
Abrazarte a ti misma y decirte que todo va a estar bien,
que mañana de nuevo sale el sol aunque no se sabe a ciencia cierta si así va a ser.
Quizás así es el mundo,
donde sólo habita lo que consideramos indigno.
Quizás ese es mi destino,
el de sufrir sin encontrar alivio.
Fingir sonreír aunque no tengas ganas,
que nadie descubra que estas destrozada.
Que nadie sea capaz de ver tus heridas que no sanan,
ten fe, es lo único que te puede dar fuerzas.